Editorial 7





En este número iniciamos un debate en torno al tópico literatura y política con una entrevista a Eduardo Jozami, en relación a su reciente biografía sobre Walsh, y una polémica reflexión de José Luis De Diego. Continúa la sección de teatro con una entrevista a Beatriz Catani, que indaga sobre los límites de la representación teatral. También continúa la saga de pesadillas americanas de Esteban Rodríguez. Y sobre todo recomendamos la lectura del encuentro mítico con Alfred Hitchcock, de Julio César Moran; un diálogo que le hubiera gustado escribir al mismísimo Platón. Además publicamos dos retrospectivas de nuevos colaboradores, y tenemos los estrenos de siempre. Ya sobre el final, los despedimos con una reflexión antropo-gastronómica sobre Dumplings, que inaugura la sección de cocina y filosofía, que queríamos iniciar hace rato y nadie se le animaba.
Los premios de siempre
por MC
Una característica común a las entregas de premios podría ser el descontento con los resultados del jurado. Pero este año casi todas las películas nominadas eran interesantes, así que llegué a ilusionarme con que finalmente habría una decisión en favor de Petróleo sangriento (There will be blood), de Paul Thomas Anderson. Y no fue así; por el contrario, con ocho nominaciones, esta película ha sido una de las grandes perdedoras. El consuelo es siempre el mismo: Orson… que estuvo nominado por Citizen Kane en 1941, al finalizar la noche de gala no recibió la estatuilla de manos de los académicos. Tampoco Hitchcock la recibió por Psicosis en 1960 ni por La ventana indiscreta en 1955, entre otras nominaciones que quedaron sin premiar. Es decir, el Oscar está en el mundo de la contingencia, bien lejos del reino de la necesidad. Y no sólo el gusto cinéfilo, la historia entera del cine habla a favor de esta proposición.
Walsh, la palabra y la acción
Entrevista con Eduardo Jozami acerca de su último libro
¿En qué medida el libro fue una necesidad tuya de canalizar ideas y pareceres de lo que pasó?
En buena medida, casi en gran medida... se dice que toda biografía es una autobiografía. Es un lugar común, pero en este caso más que nunca, porque uno está hablando de períodos de la política y de la cultura argentina en los que participó (no en la primera época de Walsh, pero sí a partir de los 60). En segundo lugar porque yo tiendo a estudiar esa etapa argentina. Abordar una figura como la de Rodolfo, sigue siendo un intento por tener una explicación más clara de lo que nos pasó, de algún modo, y de seguir buscando cuánto tiene eso de rescatable, de actual, en la Argentina de hoy.
The time of my life
por EM
Definitivamente, hay películas que te cambian la vida. Podría nombrar La eternidad y un día de Angelopoulos, Mundo grúa de Trapero, El romance del Aniceto y la Francisca de Favio o Detrás de los olivos de Kiarostami, todas películas que vi durante mi período académico. Pero también hay películas que me cambiaron la vida, mucho más profunda, sensible y estúpidamente como Dirty dancing.
Linklater, la rubia y algunas tesis sobre el amor
Crítica en actos en ocasión del estreno de 2 días en París
por AF
Es difícil hablar de una comedia romántica, porque es un género que trata el problema del amor y cualquier crítica que se haga compromete y de alguna manera deja expuesta nuestra propia experiencia amorosa. Siempre me gustaron las comedias románticas, que no vi tantas, pero sí algunas. Mis favoritas son Cuatro bodas y un funeral y Desvelado en Seattle. También me gustaron muchísimo las dos anteriores de Linklater, que cuentan dos momentos distintos en la vida de dos personajes que viven un romance imposible. Tengo la impresión de que con Antes y Después del Atardecer Linklater presenta una situación mucho más idílica, donde el amor nunca llega a concretarse pero siempre mantiene su aura de perfección e incorruptibilidad.
Dumplings o la arcada de la cultura
por SGR
¿Que es lo que ocurre cuando al envejecer un marido hace infiel a su mujer y la abandona porque simplemente “no sabe hacerle dumplings”? ¿Será acaso porque no sabe cocinar y es entonces una mala mujer o ama de casa? ¿Por qué es necesaria esa excusa para la infidelidad en una sociedad marcada por un machismo milenario? ¿O tal vez Chan apueste con ello a un nuevo recurso a las palabras, jugando con el mandarín Jiaozi (dumpling), y su raiz Jiao (cuerno)?